Como lo esperaba. El concierto Heaven and Hell de Black Sabbath, con Ronnie James Dio como vocalista, fue todo un éxito.
La actuación de Dio , Tony Iommi (guitarrista), Geezer Butler (bajista) y el conocido baterista Vinny Appice fue aplaudida desde el mismo momento que se apagaron las luces para su presentación. Era el momento cumbre de ese sábado lluvioso pero festivo para las miles personas que se dieron cita al PNC Bank Art Center en Holmdel, Nueva Jersey.
Inició como debe de ser, con canciones de sus clásicas producciones y luego, como era entendible, un par de su nueva álbum “United Abominations”.
De comienzo a fin, lo que pudimos estar el pasado sábado 19 de este mes de marzo disfrutamos de este evento musical, uno de los mejores a los que he asistido.
La actuación de Dio , Tony Iommi (guitarrista), Geezer Butler (bajista) y el conocido baterista Vinny Appice fue aplaudida desde el mismo momento que se apagaron las luces para su presentación. Era el momento cumbre de ese sábado lluvioso pero festivo para las miles personas que se dieron cita al PNC Bank Art Center en Holmdel, Nueva Jersey.
La descarga musical inició con los chicos de Machine Head, una agrupación que vuelve con bríos a los escenarios. Fue buena, limpia, el sonido estuvo nítido y la propuesta musical fue excelente. Así debía de ser, ya que abrían nada más y nada menos que para una banda tan legendaria como Sabbath.
Luego de Machine Head, le llegó el turno a una de las bandas pesadas más memorables de todos los tiempos. Una banda que estrena nuevo disco y que sigue estando en el gusto popular –léase, niños, jóvenes y adultos- como lo es Megadeth.
Dave Mustaine, en un estado físico y de ánimo como nunca antes, salió a la tarima a dar un verdadero show junto con los demás miembros de la banda.
Inició como debe de ser, con canciones de sus clásicas producciones y luego, como era entendible, un par de su nueva álbum “United Abominations”.
El sonido era impecable; la voz de Mustaine sonada como si estuviera grabando un CD y los músicos como si ya fueran parte del grupo desde hace 20 años.
Glen Drover (guitarra), Shawn Drover (bateria) y James LoMenzo (bajo), hicieron olvidar a Marty Friedman, Mick Menza y David Ellefson, quienes fueron parte de la mejor época de Megadeth, grabando los laureados discos “Rust In Peace”, “Countdown To Extintion”, “Youthanisa”, “Cryptic Writings” y otros.
Glen tocó la guitarra con maestría y cuando le tocó hacer los solos de Friedman, los realizó como si fueran de él. Lo mismo con Shawn y LoMenzo.
En fin, Megadeth sigue siendo Megadeth.
Una hora y algo después llegó el momento cumbre. El momento que miles de seguidores habíamos esperado con ansias. El momento de Black Sabbath.
Iommi, Butler y Appice fueron los primeros en salir a la enorme tarima en el centro de eventos del PNC Bank. Luego salio Dio, luciendo igual que siempre, a pesar de los años, esbelto y con muy buen ánimo. La algarabía fue tremenda.
El grupo tocó su mejor repertorio de la era Dio en Black Sabbath, incluyendo Heaven and Hell y las más recientes "Shadow Of The Wind", Devil Cries" y"Ear In The Wall".
La voz de Dio sigue siendo fuerte, armoniosa, y los sonidos de guitarra de Iommi únicos. Lo mismo puedo decir de Butler y Appice.
Verdaderamente fue un conciertazo. Una experiencia única.
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